sábado, 25 de febrero de 2012

papeles

La edición en papel de 'Público', el diario español que dicen de las izquierdas, ya no está desde hoy en los quioscos. Y me dicen que la de la revista 'Ecos', en su día irreverente, no verá la luz en mi región, ahora tan lejana.
Y en la prensa de aquí comparto algunas reflexiones. Se habla hoy desde el sur más sur de ideas, de conceptos como el de bienes comunes, interés público, ética pública y moral política. De valor y coraje. De la idea de pertenencia con una referencia clara, la de una comunidad de mujeres y de hombres libres. De la necesidad de un sujeto político amplio capaz de vencer estos tiempos aciagos.
Me suenan. Y me gustan. Y me digo que ojalá lleguen hoy con fuerza desde Nápoles hasta Toledo. Allí están estos días mi cabeza y una parte de mi corazón.

jueves, 23 de febrero de 2012

azón

Sin rastro del 23-f. Al menos en la prensa española que he rastreado: los cuatro diarios de tirada 'nacional' que dicen ser los más leídos. Sin rastro. Silencio solo, y ausencia.

Bueno, no. Leo, como perdida en un rincón de uno de los periódicos, la noticia de que 'todos los vocales, salvo Félix Azón, votaron (...) a favor de ratificar la expulsión. En el momento de la votación, Azón se ausentó del pleno alegando, según fuentes del Consejo [del Poder Judicial], que la fecha de hoy, 23-F, no era una fecha propicia para expulsar a nadie de la carrera judicial.' Se trata de la crónica de la expulsión del juez Garzón de la dichosa carrera. Anda que quien haya elegido la fecha... la gloria le cubrirá por siempre.

Veo, eso sí, que crece la preocupación por el incremento del consumo de marihuana sintética en Estados Unidos. Y que, afortunadamente, recientes investigaciones de la Agencia Europea de los Alimentos avalan que el consumo de café aumenta el rendimiento cognitivo, el físico -¡menos mal!- y la alerta. (Y dicen esas crónicas, a las que no doy crédito, que a partir de cuatro tazas al día se considera excesivo).

Y pienso si los raros no seremos el tal Azón -gracias, si acaso, por la dignidad- y yo.

vaticinios

'(...) Solamente vendrá lo que tienes preparado y resuelto, el triste reflejo de tu esperanza...'

(Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 1962)

martes, 14 de febrero de 2012

proscritos

'Se han ido ya. Huidos, proscritos en la muerte o el exilio, perdidos, arruinados. Sobre la tierra, sol y viento regresan todavía para quemar o mecer los árboles, los pastos. Ningún avatar, ningún vástago, ningún vestigio queda de estas personas. En boca de la extraña raza que allí mora sus nombres son ahora mito, leyenda, polvo.'

(Cormac McCarthy, El guardián del vergel)

jueves, 9 de febrero de 2012

cenizas, lazo rojo



Nos quedamos sin cumplir con la promesa de volver a poner el homenaje de nuestras flores a los pies de Giordano Bruno, de repetir el rito de honrar al coherente, de recordar allí donde esparcieron las cenizas del que tanta fe tenía el lazo rojo que nos devolvía siempre a la vida. Hasta que dejaste la tuya atrás, añorando quizás ese paisaje de ida y vuelta año tras año. 
Hora es ya de cumplir con la palabra. Y tantas vueltas da la vida que hoy iré -y allí te espero- con las flores que nos gustan a todos los herejes. Y después, quién sabe si por caso podremos tomarnos unos vinos. 
Dicen que ya son once años. Pero seguro que yo te veré como siempre.

Cuatro momentos de un mismo verano

I

Confieso que he vivido
(ya está escrito).
Y sé qué es llorar
de amor y de alegría;
también de sufrimiento.

                               (Como otro Cristo más
                                grito: “Dios mío,
                                por qué no me abandonas”)

Vivir... es algo más que haber vivido
o que seguir viviendo
cuando a uno se le tuercen
los ejes cartesianos,
dinamita sus límites y se niega al regreso.

La experiencia
es una justificación inconsolable
(sólo educan el arte y la tortura).
El tándem tiempo-olvido, otro sarcasmo.

Que nadie me consuele, todavía.
Tengo todo el derecho a mi tristeza.

II

                                                   “Amore, amore, fuoco d’un anno e cenere
                                                   di trenta” (Giuseppe di Lampedusa)

Esperar,
un segundo o un siglo
con tal que haya una duda
como fruto al alcance de la mano,
cuando no importan fechas,
ni brújulas, ni trenes...
Por más que falte, estéril,
tu aliento a mi teléfono.

Aún cerrados los ábsides.
Cuánta fe en la sospecha
fecunda de otro ayer.
Una hoja doblada en aquel libro
donde aplacé sin tiempo la lectura.
Otro vaso de vino inacabado
y una novela más sin desenlace.

Primero el rayo verde en el crepúsculo
-un beso en la llaga del costado-,
después la licuación de la sintaxis.
Y ahora... tan cerca el vértice inaudito
donde inician el vuelo las cenizas.

Varios siglos de conjeturas góticas
y el ascensor sin freno,
día tras día,
hacia la vertical
de tantos improbables.

El galope del tiempo en mis oídos,
tan deshabitados,
cuando no hay más sentencia
que la vuelta
a la página cero.

III

Suave como el perfume del silencio
la ausencia de un dolor
que hoy no comparto.

He puesto un lazo rojo a la memoria.

Un dedo, sólo uno,
de mi mano derecha,
concretamente el índice,
recorriendo
la geografía serena de tu cuerpo.

(Sierra Morena al fondo,
paisaje de ida y vuelta
año tras año).

Qué cansancio
cargar una vez más con las maletas,
sin saber hacia dónde,
yo que conozco todos tus caminos.

IV

Y este dolor oblicuo
del que ya ni me quejo,
callado me enternece
y esquiva más fronteras.
Otro día más -si llueve-
coleccionando charcos.

Cada vez que me inclino,
una punzada oscura
en mi ingle derecha.

Jesús de Haro Malpesa
(1994)

domingo, 5 de febrero de 2012

nieve2.0

Así lo vió, lo fotografió y colocó en twitter Pablo Ordaz, periodista, tras la huella, esa mañana, de Enric González**.

foto  de Pablo Ordaz






















** 'Casi no me atrevo a decirlo, porque ocurre rarísimas veces. Lo de que nieve en Roma, digo. ¿Nieva y están en Roma? Corran hacia el Panteón y hagan lo que hace cualquier romano informado: entren y miren al techo, al agujero de la cúpula. Los copos entran en el templo y quedan suspendidos girando en el aire. Sólo eso. Tal vez tengan ocasión de contemplar un espectáculo más sublime, pero dudo que sea en esta vida.'

(EG, de Historias de Roma)

viernes, 3 de febrero de 2012

nieve

Está nevando en el Pantheon, y -como alguien dejó escrito- los romanos corren a ver el milagro de los copos suspendidos sin atreverse a caer del todo a través del grandioso óculo. Asombrada, una joven española interrumpe su lectura. Quizás piense en su hermana, o en su madre: el libro que tiene en su mano guarda la memoria de la poeta que nos acaba de dejar.

Elogio de mi hermana

Mi hermana no escribe versos.
y dudo que empiece de repente a escribir versos.
Lo sacó de mi madre, que no escribía versos,
y de mi padre, que tampoco escribía versos.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura:
el marido de mi hermana por nada en el mundo escribiría versos.
Y aunque esto suene a obra de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se dedica a escribir versos.

En los cajones de mi hermana no hay viejos versos,
ni recién escritos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a comer
sé que no es con la intención de leerme sus versos.
Sus sopas son exquisitas sin premeditación
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.

En muchas familias nadie escribe versos,
pero si lo hacen, es raro que sea sólo una persona.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
creando peligrosos remolinos en sus mutuos sentimientos.

Mi hermana cultiva una buena prosa hablada,
y toda su escritura son postales de sus viajes
con textos que prometen lo mismo cada año:
que cuando vuelva,
me contará todo,
todo,
todo. 


Wislawa Szymborska,  Poesía no completa
(traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia)

jueves, 2 de febrero de 2012

tina, donna


Tina Modotti ha muerto

Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes:
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana.

La nueva rosa es tuya, la tierra es tuya:
te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana.

Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida:
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma:
De acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.

El chacal a la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentada
como si tú pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre el lodo.

A mi patria te llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que a tu pureza
no llegue al asesino, ni el chacal, ni el vendido:
allí estarás tranquila.

¿Oyes un paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
¿Oyes un paso de soldado firme en la nieve?
Hermana, son tus pasos.

Ya pasarán un día por tu pequeña tumba,
antes de que las rosas de ayer se desbaraten,
Ya pasarán a ver los de un día, mañana,
donde está ardiendo tu silencio.

Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana,
avanza cada día los cantos de tu boca
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón era valiente.

En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu dorado pueblo,
algo despierta y canta.

Son los tuyos, hermana: los que hoy te dicen tu nombre,
los que de todas partes, del agua, de la tierra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos,
porque el fuego no muere.

Pablo Neruda, Tercera Residencia.
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