domingo, 2 de octubre de 2011

de la fascinante alquimia de los colorantes

AK y su hija Sarah. Foto de D. Mordzinski
  "Jamás he querido ver a la gente que salvé, me limité a cumplir un deber. Yo era judío y estaba condenado de todas maneras. No arriesgaba nada. El peligro era para los niños. Algunos dicen que fueron 14.000, pero quizá fueron muchos menos, es imposible saberlo. Cada día llegaban a Drancy los autobuses llenos, y cuando juntaban una lista de mil menores, los metían en los convoyes que iban a los campos de la muerte. Hacía falta trabajar deprisa y dormir lo menos posible. En una hora fabricaba 30 documentos limpios, así que si dormía una hora, morían 30 niños".

(Adolfo Kaminsky)

para leerlo todo, aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...