lunes, 29 de noviembre de 2010

mar de lluvia

Ulysses

  Como toda pasión, tenía algo
  de desesperanza y de tormento.
                                       (H.Conti)

No habrá mañana ahora. Lo sé
como sé que quedó allí herida de muerte la esperanza.
Bastó con una noche sola,
oscura. Los labios ciegos, abierta y ancha la bahía  
y Ulises ya perdido. Huyó el abrazo
definitivamente ido, perdido y para siempre.
Para siempre jamás. Tinieblas
e infinito el dolor y la pena sin consuelo. De nuevo.
De nuevo la culpa, poderosa, más fuerte que la magia
y el deseo. Y el temor, de nuevo.

Es por eso que hoy te escribo. Para pedirte
que inundes tus ojos del verde de la lluvia
y de mi amor. El que puedes ver en los ojos que celebran
el asombro de los tuyos y la luz cuando me besas.
El destello que hendió el cielo cuando abajo,
ya dispuesto el equipaje y tu boca por sorpresa.
Un tren de mar nos urge, amor, y nos espera.
(Y hablaremos del tiempo en común y del destino,
llenos tus ojos de lluvia y mar
y de melancolía)

Será el de ayer, amor, mi testamento.
Y mi vida será -de ser- vivir en tu recuerdo.

(Maite G. Blanco)

3 comentarios:

  1. Bellas palabras sin duda, pero no pierdas las esperanza.

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  2. Creo que he descubierto tu lado de poetisa.
    MGB

    ResponderEliminar
  3. ...
    Pobre corazón que ha sido
    desquebrajado en mil fragmentos
    para ser un monumento
    a la belleza y el dolor
    de una pequeña flor.

    ("Pobre corazón" de Julio Valencia)

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