Como toda pasión, tenía algo
de desesperanza y de tormento.
(H.Conti)
No habrá mañana ahora. Lo sé
como sé que quedó allí herida de muerte la esperanza.
como sé que quedó allí herida de muerte la esperanza.
Bastó con una noche sola,
oscura. Los labios ciegos, abierta y ancha la bahía
y Ulises ya perdido. Huyó el abrazo
definitivamente ido, perdido y para siempre.
Para siempre jamás. Tinieblas
e infinito el dolor y la pena sin consuelo. De nuevo.
De nuevo la culpa, poderosa, más fuerte que la magia
y el deseo. Y el temor, de nuevo.
Es por eso que hoy te escribo. Para pedirte
que inundes tus ojos del verde de la lluvia
y de mi amor. El que puedes ver en los ojos que celebran
el asombro de los tuyos y la luz cuando me besas.
El destello que hendió el cielo cuando abajo,
ya dispuesto el equipaje y tu boca por sorpresa.
Un tren de mar nos urge, amor, y nos espera.
(Y hablaremos del tiempo en común y del destino,
llenos tus ojos de lluvia y mar
y de melancolía)
Será el de ayer, amor, mi testamento.
Y mi vida será -de ser- vivir en tu recuerdo.
(Maite G. Blanco)
Bellas palabras sin duda, pero no pierdas las esperanza.
ResponderEliminarCreo que he descubierto tu lado de poetisa.
ResponderEliminarMGB
...
ResponderEliminarPobre corazón que ha sido
desquebrajado en mil fragmentos
para ser un monumento
a la belleza y el dolor
de una pequeña flor.
("Pobre corazón" de Julio Valencia)