miércoles, 6 de octubre de 2010

poeta premiado

LIVERPOOL

Sobre vuestros curtidos rostros de paloma endurecida,
sobre vuestras sonrisas de sal y vino agrio, ya sobre los duros cristales de la niebla,
está mi alma, están mis ojos, amigos,
y sobre el último dolor de la tierra,
y sobre el último dolor de mis manos, tanteando el duro cemento de una puerta vacía,
y sobre la última agonía de las aguas está flotando mi corazón, señores, mi corazón.
Por favor, abridme paso, dejadme cruzar este túnel de plomo,
que quiero ser el primero en llegar con mi sangre a los muelles de Liverpool.
Amigos, vosotros que os perfiláis como aletas de pescado
sobre las últimas esquinas de los buques;
vosotros que de cada rincón saltáis de una bodega a otra
como sapos de azufre ardiendo, como tristes pezuñas de lagarto,
para husmear el rojo carbón de las calderas,
para darle vida al hierro como al alba le dais su fruto,
para darle aliento al agua que se aleja para siempre de la tierra,
del polvo que tanto amáis tras unos ojos,
decidme que puedo soñar en vuestros rostros de ceniza
y en vuestras sucias calles de alquitrán, y en vuestros hogares de nata corrompida,
y echar la raíz de mi sangre como un ancla sobre vuestras jurisdicciones marítimas,
porque además de ser un hombre como vosotros, soy un poeta,
y un poeta es un corazón más sobre la niebla del mundo.
Por favor, abridme paso, que quiero ser el primero en saludar con mi sangre vuestras sonrisas de azufre,
vuestras mujeres de estopa. Por favor, abridme paso.


    (José María Millares*, De Liverpool, 1949) 

* A JJM le acaban de conceder el Premio Nacional de Poesía. Murió hace algo más de un año.

2 comentarios:

  1. Nadie como Millares para sacar luz de la oscuridad como quien saca leche de una alcuza.

    Debajo
    de la piedra hay un reloj
    y agujas que caminan y el rodar del agua bajo tierra
    y encima de esa nube el tiempo
    y tras del pájaro que vuela
    otra piedra lanzada tras el reloj que escapa
    y tras de todos esa sombra
    que huye y el silencio y más allá de su luz
    ese animal sin ojos
    que aún
    nos llama.

    ResponderEliminar
  2. Advierto, en este poema, un marcado aire surrealista.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...